8 de septiembre de 2011

Koch II

Te recuerdo moviéndote sigilosa y rápidamente en la oscuridad, mirando mi silueta oscura contra la luz que entra por la ventana. Observando.

Sonriéndote, reconoces el terreno, aunque llevas poco tiempo estudiándolo. Y sabes dónde posar tu mano o tus labios, o por dónde pasar de puntillas para hacerme querer que pares y te quedes.

Pero te marchas, la música de anoche no sirvió para hipnotizarte. Me dejas en la cama, aún onírica, y me das instrucciones que no cumpliré.

En la nevera aún hay chocolate con almendras.

2 de julio de 2011

MiNela

Olía a sal.

Y corría esa brisa que a veces llegaba a ser viento. Del tipo que te traía todos los olores del mundo. Del que te transportaba a tus lugares favoritos.

Olía a sal.

Desde ese momento el mundo fue peor. El calor había desaparecido y las palabras no significaban nada.

La confusión fue tanta que aun sigo sin querer entenderlo.

Solo recuerdo, día a día, cada momento que no estas.

Cuando el dolor aun pesaba demasiado, tuvimos que dejar de mirar abajo y fue necesario apartar la tristeza que nos brotaba. Tarea imposible.

Sal, recuerdo que también sabia a sal.


[...always in my mind].

24 de febrero de 2011

Siete por ciento

Me cuesta separarme de ti.

Los trescientos kilómetros hora solo sirvieron para que tu recuerdo dejara una estela como la que dejan los aviones en el cielo. Migas de pan para rehacer el camino.

He llenado toda una maleta con tus besos, con tus abrazos, con tu tacto, con tu olor y tus sonrisas; Con tu mirada cuando nos encontramos; Con tus manos cuando me buscaban en la oscuridad. Y no soy capaz de deshacerla por si se me pierde alguna de esas cosas al hacerlo.

El camino recto elige por ti y puedes dejarlo cuando quieras, hay muchas señales que te indican las demás posibilidades, pero… ¿qué preferir?, ¿qué elegir?, ¿qué decidir?

Yo te elijo a ti. Me quedo contigo.

17 de agosto de 2010

bitter comeback

Nadie la esperaba cuando volvió a casa.


25 de marzo de 2010

Un poquito más...


¿Sabes la de veces que he soñado que despertaba a tu lado?
¿La de veces que he querido sentir tu respiración en mi pelo, en mi cara?

Mis ojos piden a gritos que los cierres con un beso (o dos, o tres…o…)

Y mis manos que las sostengas, obligándolas a quedarse a tu lado.

Y también he soñado mil veces que me convencías para no hacer alguna estupidez de las mías, que yo me enfadaba como una niña de tres años y que luego entendía que tenías razón pero nunca te la daba… y que después me dabas un beso, aunque te mirara de reojo con cara de no importarme nada que cedieras en tu acierto; y que te quería, y que tú me querías y que no importaba nada más…

Luego yo sonreía siempre antes de despertar.

Y dolía, porque no sé dónde te escondes y qué esperas para gritar a mi espalda que ya has llegado y que comencemos a hacer mis sueños realidad.

En serio, ¿dónde estás?

…Llevo esperándote ya demasiado tiempo.