23 de enero de 2009

La pasión es inversamente proporcional a la cantidad de información real disponible

Ya lo sé.

Ya sé que todo esto no tiene sentido. Y sé que “todo esto” no te aclara nada, pero no puedo ser más específica. No me sale.

Ya sabes que soy un poco así. Un poco cobarde. Cobarde y compleja y controvertida y comprometida y consciente, sobre todo consciente. Y que no voy a cambiar ahora. Tampoco sirve de nada que lo anote en mi hojita de cosas por hacer.

Pero esto es así de complejo, como yo, así de igual, y no puedo, por más que lo intento, encontrar el extremo que me ayude a comenzar a simplificarlo todo. No te encuentro, porque por aquí, a mi lado, ese extremo eres tú.

Y mi cuerpo reacciona de manera previsible. Totalmente previsible. Excepto porque me faltas tú a mi lado y porque ahora no hay huelga, hay dolor.
Solo dolor.
Y aún no han pedido ningún tipo de mejora de empleo. No lo entiendo.

Sí, ya lo sé. Todo esto tiene que ver con las zorras de primera calidad, las adivinaciones prematuras y las piernas al revés.

La información que se ha filtrado es totalmente contradictoria y no puedo seguir esperando nada por tu parte. No se cuál de los dos es más tonto… La verdad es que yo tampoco lo sé. No, esto sí que no lo sé.

Y no me sale ignorarte, ni no pensarte, ni no mirarte directamente a los ojos en las fotos, ni oler a alguien que huele como tú sin pensar en ti y sin sentir ese pellizquito, ni comerme las galletas rojas y redondas rellenas de crema oreo.

Prohibido esperar nada. Eso exactamente es lo que llevo tatuado en esa parte del muslo que te faltó por besar.

Eso y algunas señales con las que llevaba la puta cuenta.

7 de enero de 2009

Enough is enough


¿Cuándo sabes cuándo demasiado es demasiado?

Demasiado pronto

Demasiada información

Demasiada diversión

Demasiado amor

Demasiado que preguntar


…y ¿cuándo es demasiado para soportarlo?