16 de agosto de 2008

Grita

En mis melancólicas noches te nombro en un arrebato de alegrarlas, pero se tornan más tristes aún cuando me doy cuenta de que amo lo que no tengo. Estás tú tan distante...

Fijo mi vista al horizonte con la ilusión de que nuestras miradas se topen, pero la mía se pierde en un intento de búsqueda y eso me atormenta y me duele...

Siento que mis lágrimas acarician el atlas blanco de tu cuerpo, quiero descubrir en él nuevos lugares y poseerlos; quiero perderme en él y no encontrar cabida para mi ser... Lloro porque siento tanto amor cuando estás tan lejos que mi alma explosiona en un intento de que los restos de la misma te alcancen.

En mi cielo, similar eres al crepúsculo como una nube, y viven en ti mis infinitos sueños... Eres mío, eres mío, hombre de dulces versos que son como yo los quiero.

Despiertas mis sentidos con un frágil suspiro, una mirada basta, un beso basta. ...¡pero dámelo!

A veces van mis besos en esos grandes navíos, que corren por el mar hacia donde no llegan. Me pierdo en tus profundos ojos como los barcos en el mar, con la diferencia de que yo no quiero regresar.

No quiero regresar del sabor de tus besos, del tacto de tus caricias, del olor de tu piel...

Quiero perderme. Mis palabras lloverán sobre ti acariciándote...

Amé desde hace tiempo tu cuerpo, y mi alegría muerde tu boca de ciruela, sólo grita mi nombre y galoparé a hombros del viento hasta tus versos, sólo grita mi nombre y me escurriré entre los rayos del sol por tu ventana hasta tus dulces ojos cerrados... ¡Pero grítalo!

Grita con tal fuerza que incluso la ola más amenazadora se vuelva ridícula y miserable. Grita con tal pasión que incluso yo te tenga miedo, y cuando te tema iré y me ovillaré entre tus brazos para que me protejas, para recordarte que una vez fui tuya.

Y me oyes desde lejos pero mi voz no te alcanza, déjame que me calle en ese silencio tuyo... Mi voz hábil busca el viento para tocar tu oído, y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza, déjame que tus besos callen mi boca.

Ese beso que tanto ansío robarte, ese beso que me duele no tenerlo, ese beso que me mata si no lo tengo, ese beso...

Lunes, 21 de Julio de 2003

1 comentario:

JuAntonio dijo...

"Quizás por eso se enamoraron, por su fusión exacta, ajena al agravio comparativo de los largos y cortos días."

Tenía la convicción de que había escrito un texto donde aparecía algo sobre "fusión"... un texto que con matices variados bien valdrían para responder a tus gritos... gritos que se empiezan a oír cinco años después y bien valdrían para responder a mis palabras, las que como tú cabalgan sobre el lomo del viento hacía ninguna parte, palabras que como dice el dicho se las lleva el viento, se las lleva y de nada sirven sin tu aliento.



**


quizás deberías susurrar aquello que ansías a gritos...