¿Jugamos?
Podemos hacer como que somos más que simples e insustanciales desconocidos. Podemos incluso superar nuestros miedos irracionales, intentando ponerles nombre para ir destacando sobre los que nos torturan. En realidad podemos ser como queramos. Un profesor de inglés o ver mundo mientras describimos los colores: verde, gris…
Hay tanta multitud homogénea que quiero desaparecer y volver mañana para conocerte tal y como te presentes, y volver a verte así para saber que sigo siendo aquella chica a la que mirabas diferente y que reía nerviosa al pensarte.
¿Sabes? hueles a esas pequeñas almendras dulces y a esos caramelos que siempre quiero comprar en la tienda multicolor que cae de esquina, esa que me gusta tanto.
Sueño para que hables conmigo y sueño para que al despertarte solo quieras decirme al oído, en voz bajita y muy despacito, lo mucho que me añoras.
Quiero poder no cansarme nunca de mirarte para no necesitar un espejo de papel que guarde tu esencia.
Frente a ti seré solo yo y no me importará dejar de sonreír para besarte. Hoy solo te quiero llevar conmigo a todos lados, saber que el juego ha terminado, que eso que escondes es como eres realmente, y que me encante.
Para mí tal cual, sin envoltorios…
Mi señal ya apareció.
Hoy si me importa que comprendas, he jugado sola demasiado tiempo.