Huele a insecticida de limón, a crema protectora factor quince, a pintura blanca, a hormigón, a aire frío enlatado y a Autan.
Huele a agua, a tierra de maceta mojada, a dama de noche, a colonia Nenuco, a brillo labial de fresa y frutas exóticas, y a After-Sun.
Huele a coche nuevo, a sandía, a ponche con trozos de melocotón maduro y a sangría, a melón, a piña, a cerezas maduras y a las bolitas de naftalina de los armarios.
Huele como debe oler la guarida secreta de superman… a hielo, a alcohol y tabaco, a la mierda de las discotecas que se queda pegada en los zapatos, huele a vinagre y a sal, huele a niñas mojadas.
Huele al plástico de las colchonetas que te arañan los brazos cuando intentas asirte a ellas, a cloro, a bikinis mojados, a azúcar y a canela, a canícula.
Huele a reencuentros y desencuentros. Huele a Ingenio y al resto del mundo.
Huele a tus ausencias.
1 de julio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Huele a tu pelo seco, a champú del caro, a baños mojados, a vapor ahumado y a secador quemado.
Huele a perfume de rosas, a rosas perfumadas, a abrazos de fin de semana, a mi Jameson sólo y a tu piña colada.
Huele a sudor de cama, a siesta descansada, a uñas pintadas, a conexión apagada y a móviles con tarifa plana.
Huele a roces cada mañana, a miradas descaradas, a manzanas peladas, a visitas planeadas y a desayunos sin tostadas.
Hay veces que yo no huelo nada.
Publicar un comentario