12 de mayo de 2008

Cuentame un cuento Vol. 5

Perdona, ¿tienes hora? el autobús está a punto de llegar y no sé de qué color ponerme los zapatos.

Lo preguntaba de manera frenética. Una y otra vez. A cada persona que pasaba por la puerta entreabierta de su habitación en la residencia.

Daba igual el color de sus zapatos. Perdería el autobús. No importaba la combinación cromática, daba igual si eran los rosas, los amarillos o los verdes. Perdería el autobús. Lo sabía. Y también era consciente de que no haría nada más por impedirlo.

Cuando dejó de oír gritos de júbilo y alboroto, maldijo la batería de su móvil, la conversación de hora y medía que gastó la vida útil del aparato y el compromiso de una comida al día siguiente. Una parte de ella, sonrió satisfecha.

Intentó no abandonarse al desánimo, no caer en palabras malsonantes e impedir que la bandada de pájaros helados que le subía a través del estómago saliera al exterior. Cuando consiguió calmarse cogió el teléfono y le llamó.

- No voy a poder ir
- …
- Sé que te lo prometí, pero me ha surgido algo
- …
- No. No digo que no seas importante, pero no puedo ir
- …
- Lo siento, de todas formas hablamos otro día
- …
- Claro, un beso.

Se quitó los zapatos y se abandonó al olor que se había dejado olvidado entre las sábanas hacía dos mediodías. La estrategia de hacerse la dura no era una opción pero finalmente había aparecido como si se tratase de un plan.

Antes de quedarse dormida se observó en la cama. Y, de nuevo, ese brillo en sus ojos, le hizo darse cuenta.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que hay una parte que se me escapa, pero me ha gustado mucho, tanto el transfondo de la historia como tu manera de escribir ^^

Jara dijo...

a mi lo que me ha ocurrido es que esa conversación a una voz de teléfono me ha gustado porque he podido interpretar que pasaba detrás de él.

Me quedo con eso.

tormenta dijo...

me ha gustado, creo que la parte que se escapa... esa libertad de interpretación, es casi lo mejor del cuento.
un beso

Pugliesino dijo...

Pienso que sirve la conversación telefónica para mostrarnos dos partes que conviven en tu cuento,la visible y aquella que dejas a nuestra imaginación.
Una entrepuerta abierta a la indecisión que finalmente no llegar a traspasar.
Un abrazo

wannea dijo...

Creo que a mi tambien se me escapa algo, se me ha hecho corto!! me encanta la idea de la conversacion a medias, me encanta imaginar el bullicio de la residencia en hora punta, y me encanta saber que al final se queda durmiendo en vez de salir... (envidia de que yo no puedo hacerlo ;) )
muchos bessos!