11 de septiembre de 2008

It's time!

Tengo unas chanclas que me devuelven al pasado, a tu pasado.

Una línea horizontal es la responsable de que te vuelvas imprescindible o innombrable.

Es mejor sentarme a esperar, descansando de esta arritmia, y no pensar en la orilla de tus labios.

El reloj ha fijado la hora para comenzar a olvidarte.

El objetivo de mi cámara de fotos te echa de menos.

La impotencia para conmigo está campando a sus anchas. No logro describir ni la temperatura que siento, y no puedo pedirte a tí que lo hagas.

Son las trece y treinta y tres.

En lo que llevo de día he pensado trescientas ochenta y seis veces en ti, ahora trescientas ochenta y siete.

Hora de mi medicación.

No hay comentarios: