7 de octubre de 2008

¿Puedo tentarte?

Hace demasiado calor para que estemos tan cerca. Mis células epiteliales han conseguido descargarse a tiempo un antivirus que las mantenga a salvo de ti.

Mientras escribo esto, el zumbido del ventilador sobre mi cabeza me relaja, puede que también sea la cerveza chorreante que refresca mi garganta. La tenue luz que entra a través de las rendijas de las persianas me reconforta, todo tiene un apetecible color naranja… y no te pienso, que eso mata.

Y ahí estás, recorriendo cada centímetro de mí, absorbiendo, sin mesura, cada estímulo que se escapa de mi malogrado marco, cada escalofrío o cada golpe de calor, transformando mi energía para hacerla tuya. Robándome el aliento.

Y cuando decidimos darnos tregua, cuando decidimos que es mejor parar antes de hacernos más daño, la realidad me golpea con dureza y te necesito más de lo que pensaba.
Una putada teniendo en cuenta todo lo que nos separa, empezando por ti, y lo poco que nos une, que sólo soy yo.

1 comentario:

Pugliesino dijo...

¿que le podría decir el melocotón a la manzana?