25 de marzo de 2010

Un poquito más...


¿Sabes la de veces que he soñado que despertaba a tu lado?
¿La de veces que he querido sentir tu respiración en mi pelo, en mi cara?

Mis ojos piden a gritos que los cierres con un beso (o dos, o tres…o…)

Y mis manos que las sostengas, obligándolas a quedarse a tu lado.

Y también he soñado mil veces que me convencías para no hacer alguna estupidez de las mías, que yo me enfadaba como una niña de tres años y que luego entendía que tenías razón pero nunca te la daba… y que después me dabas un beso, aunque te mirara de reojo con cara de no importarme nada que cedieras en tu acierto; y que te quería, y que tú me querías y que no importaba nada más…

Luego yo sonreía siempre antes de despertar.

Y dolía, porque no sé dónde te escondes y qué esperas para gritar a mi espalda que ya has llegado y que comencemos a hacer mis sueños realidad.

En serio, ¿dónde estás?

…Llevo esperándote ya demasiado tiempo.

1 comentario:

JuAntonio dijo...

Muchas menos que yo. Las mismas que has soñado que despertabas a mi lado.

Mi boca está sellada... mis ojos sordos, los dos.

Lo de tus manos y mis manos es cuestión de trazos y abrazos. Sostenerlas es obligación, acariciarlas... eso es otra canción.

Yo cada día trato de convencer a niñas de tres años de cómo hay que hacer las cosas. Porque las cosas del suelo no se cogen y otras no se comen. Hay otras cosas que directamente puedes comerlas en el suelo... tumbada junto a mí.

Aún sabiendo lo que importa, los besos de reojo y las miradas con cara de ceder... siempre ha sido un acierto... otra cosa es eso de... si tú me quieres, yo te quiero... lo que importa son los aciertos, los buenos y los malos.

Luego tú sonreías justo antes de soñarme... y eran las mañanas en las que justo después de levantarte, volvías hacerlo, como cada noche.

Estoy aquí, al lado de donde duele. Delante de ti esperando que seas tú la que grite... que dibujes tus sueños en mi espalda y se hagan realidad.

En serio, estoy aquí. Estoy esperando tu salto mortal.