2 de julio de 2011

MiNela

Olía a sal.

Y corría esa brisa que a veces llegaba a ser viento. Del tipo que te traía todos los olores del mundo. Del que te transportaba a tus lugares favoritos.

Olía a sal.

Desde ese momento el mundo fue peor. El calor había desaparecido y las palabras no significaban nada.

La confusión fue tanta que aun sigo sin querer entenderlo.

Solo recuerdo, día a día, cada momento que no estas.

Cuando el dolor aun pesaba demasiado, tuvimos que dejar de mirar abajo y fue necesario apartar la tristeza que nos brotaba. Tarea imposible.

Sal, recuerdo que también sabia a sal.


[...always in my mind].

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