De repente. Como un golpe.
Debió pasar algo hace unos 395 días, según mis cálculos. Pero tuviste miedo. O no tuviste nada. No sé lo que es peor.
De todas formas, lamentarse es gratis y no me dejas otra opción. No me vale que pienses en mí cuando no tienes nada mejor que hacer. No me vale que no pienses en mí al despertarte. No me vale que no añores mis formas geométricas imperfectas.
He empezado una terapia algo diferente. He comenzado a quererte desde siempre. He guardado en un frasquito las pestañas con las que me hacías cosquillas en la espalda. Y al sabor de tus besos lo he instalado en la punta de mis dedos. Ya sabes por qué.
No logro olvidarte un solo instante.
Los de arriba me han regalado un par de sueños más de esos que me inspiran, pero esta vez los he disfrutado para mí sola.
He desistido de intentar describirme. No puedo. No puedo.
Tus rasgos me asaltan, follándome la mente. Me he olvidado los condones a propósito.
Ayer, sobre el agua, tus recuerdos ganaron en número a las olas.
7 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Textura de los versos,
como un lienzo de mar.
De gran belleza Galamina.Un abrazo enorme
O no tuve nada.
O sí.
O me cago por patas,
si no me cruzo
cada equis días
con tu mirada.
O no.
No sé lo que es peor.
No me vale valerte...
asaltos sin cuerpos
coitos (de)mentes.
No me vale...
y no es de ahora
es de siempre.
Encontraste algo que no poseo.
¿Sabes? Me encanta leerte.
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