26 de febrero de 2009

Cincuentaycinco

Cuando se supone que las asociaciones indebidas han vuelto, se me ha olvidado el texto ensayado mil veces y el apuntador ha salido a comprar dos paquetes de Nobel.

Sola ante el peligro. El tuyo y el mío.

La normalización es fácil cuando las cosas están claras. No hace daño, es un trámite inocuo que tiene mucha utilidad. Las cosas son cada vez más fáciles. Todo está en orden para el segundo bis de la historia. La gente lo pide a gritos.

Entre botellas de agua y alguna que otra caja de cerillas miro por la ventana, ya opaca por el frío, y pienso en Cafelito, el gato callejero al que alimento a base de tazones de leche con azúcar, chocolate, cereales, mazapán del año anterior y miradas esquivas.

La terapia funciona. La tuya, quiero decir. La de los gatos va tan mal como siempre.

Si esto es lo que se siente cuando se vuelve a respirar sin que estés en mi ático coronario, debí subirte antes el alquiler.

1 comentario:

JuAntonio dijo...

Ya sabes. Las asociaciones ilegales y la corrupción están a la orden del día. Sabemos que estamos infringiendo la ley de nuestra propia razón y por ese motivo olvidas el texto que ensayaste mil veces, mil veces de memoria. El apuntador no fuma, ni yo tampoco.

La normalización que se hace normal para mí es bastante nociva, nada inocua y mucho menos útil.

La terapia funciona porque se deja llevar por los sentimientos que va recogiendo por el camino hacia la mejora de la salud mental. La tuya, quiero decir.

Así es. Dada la sensación de alivio actual al respirar y la subida de intereses emocionales el catéter cardíaco permite visualizar lo que se suponía, estrechamientos u obstrucciones en las inmediaciones de dicho ático.

Si implantamos "stents" se mantendrá el tratamiento de forma indefinida para prevenir que estos dispositivos vuelvan a obstruirse.

Usted decide, sabe que está sola ante el peligro. El tuyo y el mío.